"El descubrimiento consiste en ver lo que todos han visto
y pensar lo que nadie ha pensado". (Albert Szent-Gyorgy)
INDICE
- Introducción
- El fenómeno serendípico:
- Origen de la palabra e historia
- El proceso serendípico
- Ejemplos de descubrimientos asombrosos y “accidentales” en Química:
a) Mendeleyev y la tabla periódica
b) Daguerré y la fotografía
c) Goodyear y la vulcanización del caucho
d) Kekulé: arquitectura molecular a partir de sueños
e) Mestral y la invención del velcro
- La creatividad en la ciencia. El amor como factor en el pensamiento científico
- Educándonos hacia la serendipia. Serendipia & Intuición
- Conclusión
- Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN:
Cuando pensé en hacer este estudio sobre descubrimientos curiosos en Química ni yo misma sabia la dirección que iba a tomar este trabajo. En principio pretendía enumerar algunos hallazgos interesantes a lo largo de la historia, intentando hallar algún atisbo de algo más profundo, (dándole el punto de vista acropolitano), pues dudo mucho que estos descubrimientos fueran fruto del azar. Y como suele suceder, conforme iba indagando más en el tema, en tantos descubrimientos por accidente, descubrí la “Serendipia” y todo lo que la rodea, con lo que mi enfoque cambió radicalmente. De este modo, lo que pretendo con esta monografía no es tanto citar ciertos hallazgos o anécdotas, sino que estos me sirvan de apoyo para hablar de lo que realmente me interesa que es tratar de entender que lleva a un ser humano a hacer un gran descubrimiento. En este proceso intervendrán muchos factores pero con
seguridad el factor más determinante será aquel que no es palpable, que sólo vive en nuestra imaginación y en la de todos estos científicos que antes que estudiosos eran soñadores y pioneros. Les invito pues a adentrarnos en el mágico mundo de la “Serendipia”…
2. EL FENÓMENO SERENDÍPICO:
-Origen e Historia:
“Serendipia” es una curiosa palabra asociada a otros hechos también curiosos. Probablemente no conozcan esta palabra, y de hecho, si la buscan en el diccionario no aparece
porque este término no ha sido aceptado aún oficialmente.
La “serendipidad” podría definirse como “la facultad de hacer un descubrimiento o un hallazgo afortunado de manera accidental, o también, a encontrar soluciones a problemas no planteados, sin buscarla siquiera.” . Si existe, en cambio, la palabra “Serendipity” aceptado por
Históricamente, esta palabra se extrajo del relato “Los tres príncipes del Serendip”, que se cita en la obra: “La historia de Simbad de las mil y una noches”. Les resumo el relato: “Había una vez un reino exótico y oriental llamado Serendip (parece ser que se podría situar en Sarandib o Serandib, denominación ancestral de la isla de Ceilán/Sri Lanka o quizá Serendip siempre existió en Persia, el reino de los cuentos), en dicho reino había tres príncipes que tenían el privilegio del descubrimiento fortuito. Ellos encontraban, sin buscarla, la respuesta a problemas que no se habían planteado; gracias a su capacidad de observación y a su sagacidad, descubrían incidentalmente la solución a dilemas impensados”. Tan peculiar le debió parecer este relato a Horace Walpole en el siglo XVIII que inventó al efecto la expresiva palabra “Serendipity” para denominar a todos esos descubrimientos producidos por la combinación de sagacidad y accidente.
-El proceso Serendípico:
La historia está llena de descubrimientos “Serendípicos”, es decir, que la “Serendipia” nos conduce a resultados importantes.
Las fases del proceso podrían ser las siguientes:
- existe un problema
- existe un sujeto con el problema
- el sujeto está buscando una solución
- el sujeto encuentra la solución por accidente
Pero esto nos conduce a una segunda cuestión: ¿Cómo sabe el sujeto que “eso” que ha descubierto es la solución? Aquí intervienen muchos factores pero por encima de todo existe sagacidad e intuición. El sujeto busca algo específico que encaje en el problema como una llave en una cerradura. Esto supone que debe estar atento y alerta, y que además sabe perfectamente qué falta, y lo espera. Por eso, la “Serendipia” no es un accidente, no es una casualidad, ni tampoco buena suerte, pero lo parece. Para quién está fuera del problema, llegar a la solución es fruto del azar, un regalo de los dioses. Quién está en el problema, en cambio, está atento, tenso, para cazar la respuesta al vuelo cuando se le presente, y en este caso, llegar a la solución no es una casualidad. La “Serendipia” no es magia, pero en el proceso “Serendípico” interviene la magia porque la solución surge de modo inesperado y del rincón más oculto de nuestro ser.
3. ALGUNOS DESCUBRIMIENTOS ASOMBROSOS EN QUÍMICA:
a)”Mendeleyev y la invención de la tabla periódica”:
Muchos habían intentado crear una Tabla Periódica para ordenar los elementos, pero conseguirlo parecía una utopía pues los elementos tenían propiedades muy diferentes. Sólo alguien con una inspiración fértil y con el valor para desafiar el saber convencional iba a resolverlo: Dmitry Mendeleyev, un siberiano que quería que
b) “Daguerré y la fotografía”:
Daguerré quería conseguir fijar una imagen fotográfica con la máxima nitidez posible, pero con todos los productos que había experimentado no había tenido éxito.
Un día guardó varias placas con las que había estado experimentando en un armario y cuando días después las sacó, vio que en ellas la imagen aparecía clara. Este había sido el accidente pero el descubrimiento procede de la sagacidad de Daguerré al concluir que alguno de los compuestos químicos del armario era el causante. El mercurio de un termómetro de derramó y el vapor de Mercurio había causado el milagro, convirtiendo a Daguerré en el pionero de
c) “Goodyear y la vulcanización del caucho”:
Charles Goodyear estaba decidido a fabricar caucho sintético resistente a los cambios bruscos de temperatura. Tras muchos intentos, completamente obsesionado con hallar la solución, se le ocurrió mezclar azufre con el caucho que accidentalmente cayó sobre una cocina
caliente, y para su sorpresa, no se fundió sino que se carbonizó lentamente como si fuese cuero. Goodyear comprendió inmediatamente el significado de este accidente. A este proceso de añadir azufre al caucho lo llamó “vulcanización” (en honor al Dios Vulcano).
d) “Kekulé: arquitectura molecular a partir de sueños:
Kekulé llevaba mucho tiempo intentando encontrar la estructura satisfactoria para la molécula de Benceno. En sus memorias cuenta que la solución le vino al quedarse dormido en el autobús: “comencé a soñar con átomos que se agitaban y chocaban entre ellos formando una cadena. Luego, varios átomos se unieron formando una serpiente que se mordía su propia cola y
giraba velozmente”. Kekulé se despertó, y lo tuvo claro: el Benceno tenía que ser un compuesto cíclico de seis átomos de Carbono, algo que no se le había ocurrido a nadie.
Kekulé refiriéndose a su feliz descubrimiento a través de sueños dijo a sus colegas: “Aprendamos a dormir, caballeros, entonces quizá encontraremos la verdad. Pero cuidado con publicar nuestros sueños antes que hayan sido evaluados por el entendimiento despierto”.
e) “Mestral y la invención del Velcro”:
El ingeniero suizo George Mestral observó su chaqueta cubierta de esos pequeños cadillos llamados “arrancamoños”, tras un paseo por el campo. Al quitarlos de su abrigo y estudiarlos en le microscopio, descubrió que estos parásitos poseen numerosos ganchos dotados de una forma
peculiar que les hace adherirse muy eficientemente en otras superficies igualmente irregulares. Tras esto se le ocurrió crear un sistema de cierre práctico basado en dicha estructura. Así, surgió el cierre de Velcro que hoy en día se usa en todas partes: ropa, calzado…
4.
-La creatividad en
Uno de los factores determinantes para que se pueda producir la “Serendipia”, y para el progreso humano en general, es la creatividad, que es una facultad innata en el hombre. La creatividad se basa en la capacidad imaginativa de cada uno, y sin duda, detrás de los grandes descubrimientos de
Ante todo, la creatividad-imaginación no puede existir en una mente que se aferra desesperadamente a algo, la imaginación supone que nuestra mente pueda volar en libertad, dirigida por
El científico si quiere avanzar y poder acercarse a la “Serendipia”, no debe permitir que nada influya en su investigación, ni siquiera su propio deseo de éxito, porque desear algo con demasiada vehemencia puede ser el principal obstáculo para que podamos alcanzarlo.
- El amor como factor del pensamiento científico:
5. EDUCÁNDONOS HACIA LA “SERENDIPIA”:
Hay quienes dicen que para hacer un nuevo descubrimiento hay que tener un poco de suerte, pero no nos limitemos a creer que las respuestas surgen por casualidad.
Lo cierto es que todos aquellos que han sido iluminados con alguna verdad que los demás no han sido capaces de encontrar, tenían muchas cosas en común, y es que sin saberlo se estaban preparando para poder ser dignos del premio que iban a recibir (se encaminaban hacia su destino). Quiero decir, que es posible formarse y educarse a lo largo de la vida para poder acercarse, al menos, a la “serendipia”.
Las cualidades que nos educan hacia la “serendipia” son muy variados:
Para empezar, los accidentes se convierten en descubrimientos debido a la sagacidad de la persona que se tropezó con ese accidente. Pero no sólo eso, todo estudioso ha de tener una formación básica con la que trabajar, por eso, es fundamental una mente preparada (Louis Pasteur dijo: “La fortuna favorece a la mente preparada”), eso supone toda una vida dedicada al estudio: perseverancia, estar continuamente aprendiendo. Y además, esta preparación debe ser una formación global, lo más completa posible, porque muchos de los grandes descubrimientos se produjeron gracias a que el investigador tenía nociones básicas de muchos campos diferentes dentro de
También debemos contar con el poder de la fortuna (un viejo poema nórdico dice: “Es mejor tener suerte que ser listo”), que parece tener a una serie de “elegidos” que tendrán la suerte de estar en el lugar preciso en el momento adecuado.
No olvidemos tampoco, la creatividad como elemento básico del ser humano para concebir lo que parecía imposible.
Además, estos científicos tenían otra cosa más en común: no tenían miedo al descrédito profesional o a la humillación por plantearse lo que nadie creyó que valía la pena plantear. Tenían gran confianza en sí mismos y aunque encontraron una gran oposición entre sus colegas, ellos seguían defendiendo aquello de lo que estaban convencidos, generando así, nuevas maneras de pensar. Se caracterizaban por estar siempre aprendiendo de los errores o incluso, indagando en ellos como fuente de inspiración para nuevas investigaciones, porque el científico debe saber “sacarle partido a todo”, y tener en cuenta que las equivocaciones sugieren muchas veces rutas que nos pueden llevar a la verdad. Por tanto, el hecho de que muchos estudiosos fracasaran no es porque se movieran en la dirección equivocada sino más bien porque no se atrevieron a ir lo suficientemente lejos.
Queda un último factor, pero de él, hablo a continuación…
-“Serendipia” & intuición:
Con seguridad, todos los descubridores (del pasado y los que vengan en el futuro) tienen algo en común, ellos fueron capaces de entender el significado de lo que acababan de ver. Es como si el germen de una idea estuviese flotando en el aire, esperando ser descubierta, pues bien, estos “elegidos” pudieron alcanzarla por ser lo bastante listos o lo bastante intuitivos. Debemos creer que la respuesta está a veces delante nuestra pero necesitas ese destello (proveniente de la intuición) para verlo todo claro de repente, sabiendo conectar entre sí ideas que aparentemente no tenían relación alguna. Por eso, la “serendipia” está íntimamente ligada a Budhi: a la capacidad intuitiva del ser humano, así, aquellos que deseen experimentar el fenómeno “serendípico”, deben prepararse a conciencia, porque la intuición está asociada de alguna manera al aprendizaje. Sin embargo, seamos realistas, no todos los científicos de mérito que han buscado respuestas las han hallado, por eso, cabe pensar que la intuición es diferente en cada persona, esa chispa de Budhi necesaria para ver lo que nadie ha visto, no la posee todo el mundo por igual, sino que dependerá de las cualidades innatas del sujeto así como de su momento evolutivo. Pero por encima de todo, recordemos que si alguien quiere estar en contacto con lo levado, con
6. CONCLUSIÓN:
Por más que pase el tiempo, la “Serendipia” como fenómeno continuará siendo un misterio por resolver, por eso, me conformo con haber tratado de entenderlo, aunque sólo sea un poco, permitiendo que cada cual saque sus propias conclusiones.
¿Cuestión de suerte o intuición? No veo por qué he de desechar una de las dos, puede que la intuición y la suerte vayan de la mano, puede que la intuición sea un golpe de suerte.
En cualquier caso, creo que si alguien tiene facultades para la música o el arte, también hay quien tiene facultades para la “Serendipia”, pues probablemente se nace con ella. Esta facultad está como latente, esperando el momento oportuno: cuando en el científico surge la idea, brillante y clara como un relámpago en la noche. Y lo más curioso es que lo que distingue a este científico de todos los demás, no es su preparación o su inteligencia, sino que al observar lo que sucedía a su alrededor, él supo reconocer lo que a los demás les pasó desapercibido. Supo acercarse a la “Serendipia”,y puede que lo hiciera siguiendo este esquema:
OBSERVACIÓN>>>>IMAGINACIÓN>>>>INTUICIÓN
También debemos tener en cuenta que tanto el descubrimiento como la investigación siempre estarán ligados, de alguna manera, a la pureza de corazón y al amor. El amor o la pureza por sí solos no aseguran nada, pero han de formar parte de una persona para que sea digna ante los ojos de la naturaleza o de los dioses. Alguien que practica el amor, un filósofo, posee una serie de valores internos y externos que permiten que se pueda depositar la confianza en él, pues lo único seguro es que hará un buen uso de la información recibida, pensando antes en los demás que en él mismo. Un científico debe ser, en esencia, un filósofo, un pensador, un soñador cuyos sueños no tengan límites, por eso, Filosofía y Ciencia han de volver a unirse lo antes posible, porque una vez fueron uno. Todos tenemos a un científico y a un filósofo dentro, sólo hace falta que seamos capaces de encontrarlos para no perder la capacidad de sorprendernos ante la vida, pues toda la vida puede ser una “serendipia”: a lo largo de toda nuestra existencia tenemos experiencias, descubrimos un Ideal, conocemos personas… porque probablemente son nuestro destino. Asociémonos a lo elevado. Mantengámonos despiertos ante la intuición y la suerte. Tal vez, incluso, seamos capaces de hacer un descubrimiento. ¿Quién sabe?, El destino nos está esperando. Vayamos en su busca…
7. BIBLIOGRAFÍA:
· “¡Eureka!. Descubrimientos científicos que cambiaron el mundo”.
Leslie Alan Horvitz. Editorial Paidós
· “Serendipia. Descubrimientos accidentales en ciencia.”
Royston M. Roberts. Alianza editorial
· “Breve historia de la química.” Isaac Asimos. Alianza editorial
Lourdes Martos
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